Alejarse a veces se convierte en la mejor opción.
Llegas a un punto en el que te replanteas muchas cosas, preguntas vienen y pasan por tu cabeza. Te encuentras en un punto en el que no avanzas, te sientes estancada. El futuro se desvanece como arena en las manos, estas confundida porque todas las ilusiones e imaginaciones que te habías creado en tu mente desaparece, de repente. Es como tirarse en paracaídas, sabiendo que es tu ilusión y que tienes los arnés que te salvarán de la caída pero lo que no tenías en cuenta es que ese arnés te lo habías imaginado, solo para parecer o sentirte más segura, porque mientras volabas estabas en una profunda libertad y alegría pero la realidad aparece cuando te vas a cercando al suelo y ves que eso tan intenso, mágico y excitante se desvanece en cuestión de segundos, y ahí es cuando te pegas la hostia, cuando tocas fondo, cuando la realidad duele más que la desilusión. ¿Qué hacer cuándo estás en esa situación? Hay veces que ni las personas que te rodean, tu familia, amigos, parejas pueden hacer